Asistencia de los miembros de iglesia a las reuniones de adoración

Correo mayo 19, 2020

Uno pensaría que pertenecer a la familia de la iglesia incluye asistir a los servicios corporativos de la misma, junto con otros adventistas. Sin embargo, para algunos de los que se consideran miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, este no es el caso.

En 2013, se realizó una encuesta a los miembros de la iglesia en todo el mundo bajo la dirección de la Oficina de Archivos, Estadísticas e Investigación de la Asociación General (AG). El estudio fue diseñado para evaluar las experiencias y actitudes de los miembros de la iglesia con respecto a diferentes aspectos de sus vidas espirituales personales y su participación en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Esto sirvió como base para el plan estratégico de la iglesia mundial para el período 2015-2020 (ver Plan estratégico Reach the World).

A los miembros de iglesia se les preguntó,  con qué frecuencia asisten a los servicios de adoración en su iglesia. A nivel mundial, casi la mitad (49.35%) informó que concurre a la iglesia más de una vez por semana, lo que significa que acuden a reuniones de oración u otros ministerios a mitad de semana. Casi otro tercio (31.27%) indicó que asisten aproximadamente una vez por semana. Solo un pequeño porcentaje (3.28%) respondió que concurren solo una vez cada mes o dos, mientras que el 4.05% admitió que solo asisten unas pocas veces al año o menos. Por lo tanto, una clara mayoría (80.62%) de los miembros adventistas asisten regularmente a las actividades eclesiásticas (al menos una vez por semana), pero uno de cada cinco (19.38%) no lo hace.

Cuando cada División realizó una autoevaluación:

• En la División Sudasiática del Pacífico la mayoría de los encuestados (71.1%), indicó

que asisten a la iglesia más de una vez por semana.

• La mayoría de los encuestados en la División África Centro-Occidental (62.8%) y la División Sudamericana (62.2%) también informaron que asistían a la iglesia más de una vez por semana.

• Sin embargo, la División Sudamericana también tuvo el mayor número (5.9%) de miembros que informaron concurrir a la iglesia solo unas pocas veces al año. La División de África Centro-Oriental estuvo muy cerca, con un 5.4% de los encuestados admitiendo que asisten algunas veces o menos anualmente.

Un elemento importante de la vida cristiana es el compañerismo y la comunión con otros creyentes. Este tiempo permite a los creyentes alentarse, elevarse y desafiarse mutuamente.

Orar y adorar juntos también es importante para que los creyentes crezcan en armonía.

Estas son algunas de las razones importantes por las cuales el énfasis en la asistencia regular a la iglesia es parte del plan estratégico de la iglesia mundial para el período 2015-2020. Aunque no todas las congregaciones proporcionan estadísticas acerca la Escuela Sabática y la asistencia al culto divino, las cifras promedio para la mayoría de los campos se pueden encontrar en los informes estadísticos anuales recientes.

Elena G. White escribe sobre la importancia de asistir a la iglesia en su libro El camino a Cristo: “Dios no pide que algunos de nosotros nos hagamos ermitaños o monjes. Ni que nos retiremos del mundo, a fin de consagrarnos a los actos de adoración. Nuestra vida debe ser como la vida de Cristo, que estaba repartida entre la montaña y la multitud…  Sufrimos una pérdida cuando descuidamos la oportunidad de congregarnos para fortalecernos y edificarnos mututamnete en el servicio de Dios. Las verdades de su Palabra pierden en nuestras almas su vivacidad e importancia. Nuestros corazones dejan de ser alumbrados y vivificados por la influencia santificadora y nuestra espiritualidad declina. En nuestro trato como cristianos perdemos mucho por falta de simpatía mutua. El que se encierra completamente dentro de sí mismo no ocupa la posición que Dios le señaló. El cultivo apropiado de los elementos sociales de nuestra naturaleza nos hace simpatizar con los otros, y es para nosotros un medio de desarrollarnos y fortalecernos en el servicio a Dios”. CC 101.3

Es fácil para muchos racionalizar su falta de asistencia a la iglesia pensando: “Hoy oré por una hora, leí mi Biblia”, entonces podrían pensar, “Ya cumlpí “. Incluso pueden decir: “Miro un culto divino en la televisión adventista o bien por Internet”. Sin embargo, como señala Elena G. White, adorar en soledad no es como Dios diseñó la experiencia de adoración. Como está escrito en el libro de Hebreos: “Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras.  No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca”(Heb. 10: 24-25, NVI).

Somos más fuertes juntos, y cuando trabajamos unidos con otros en el Cuerpo de Cristo, servimos mejor a nuestro Señor.