"Ser" Iglesia en Sociedades Budistas

Correo octubre 17, 2018

Hace varios blogs, examinamos el potencial especial que los adventistas tienen cuando compartir a Jesús con nuestros hermanos musulmanes. En este blog, destacamos las semejanzas culturales que proporcionan a los adventistas una fuerte conexión con los seguidores del Islam.

Siempre que buscamos alcanzar a aquellos que forman parte de otra cultura o fe, es esencial que sigamos el ejemplo de Cristo: hay que encontrar a las personas exactamente en el contexto donde ellas están antes de llevarlas a la fe. Una presentación reciente de Greg Whitsett (director del Centro de Religiones y Tradiciones del Este Asiático) examinó maneras de hacer exactamente eso mientras se trabaja en una sociedad budista.

Al trabajar con los que viven en la sociedad budista, es necesario entender su contexto social. En estas sociedades, los hombres son el jefe de la familia. Hay también una fuerte reverencia por los ancestros, tanto los masculinos como los femeninos. Las sociedades budistas se construyen sobre la previsibilidad; esto es especialmente cierto dentro de casa, donde cada miembro tiene roles y responsabilidades claramente definidos. La lealtad también es un principio altamente valorado en esas sociedades.

En las sociedades budistas, los propietarios viven dentro de casa, mientras los huéspedes permanecen en la sala delantera o en el patio. Hay una cierta intimidad y vulnerabilidad (normalmente reservada sólo para la familia) que se comparte con aquellos que son bienvenidos más allá de ese punto. Cualquier persona que entre en cualquier espacio interno debe quitar sus zapatos. Esto no es sólo un reglamento de higiénico, pero es también una señal de respeto en muchos países.

Cuando se trabaja en una sociedad budista, el primer paso antes de compartir a Jesús es ganar la confianza y el respeto de las personas de la localidad. Esto debe ser hecho simplemente viviendo entre la población en general, esencialmente “renaciendo” como un miembro de su comunidad. Además, servir a los jóvenes y / o a los pobres es a menudo un punto de entrada a la comunidad, pues en la cultura budista es esencial que sigamos el ejemplo de Jesús, ganando la confianza de los locales.

Muchos plantadores de iglesias están ansiosos por comenzar su trabajo con la adquisición de un espacio para construir un edificio, ya que este es un método eficaz en otras culturas. Sin embargo, en las sociedades budistas, es más impactante primero vivir entre la comunidad como residente. Una vez que un edificio ha sido adquirido, es importante que sea un espacio “sin zapatos”; esto crea la atmósfera de parentesco o de familia de creyentes, en vez de ser mas como una escuela o centro cívico.

La participación en esta cultura debe ser personal y familiar, en lugar de ser formal o tradicional. De la misma manera, los nuevos miembros deben ser bienvenidos y participar en la familia creyentes antes de ser bautizados.

En las culturas budistas, no es suficiente construir una iglesia y esperar que las personas se aparezcan y se conviertan. En estas sociedades, los plantadores de iglesias deben simplemente “ser” la iglesia. Nuestra responsabilidad de “ser la iglesia” para otras personas también se extiende más allá de la esfera del testimonio en las sociedades budistas; de hecho, podemos aprender a ser el tipo de persona que atrae a otros a nuestras iglesias locales—no importa donde estemos en el mundo, exhibiendo bondad e interés por las personas que visitan nuestras congregaciones. Y, de paso, lee queremos invitar a que lea más sobre el impacto de una de iglesia acogedora alrededor del mundo adventista aquí.

Además, le invitamos a considerar su forma de vivir: ¿es usted una fuente de apoyo y amistad para la gente que le rodea?

Lea más sobre el Centro de Religiones y Tradiciones del Este Asiático aquí:

https://adventist.asia/information/institutions/