“Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado.” (Juan 15:12 NVI)
Cuando decimos que hay que amar a otros como Jesús nos ama a nosotros, ¿que queremos decir exactamente? En la Biblia podemos ver este principio repitiéndose una y otra vez; el mensaje central es que debemos demostrar el amor que Jesús mostro en la tierra, hacia otras personas con respecto a sus necesidades físicas y también las necesidades espirituales.
En el 2013, una encuesta de miembros de iglesia al redor del mundo fue conducida bajo la dirección de Oficina de Archivos, Estadística, e Investigación en la Conferencia General (conocida como ASTR). La encuesta fue diseñada para medir as experiencias y actitudes de nuestra membrecía global hacia varios aspectos de su experiencia personal con la iglesia ASD y su vida espiritual. Muchas de las preguntas en esta encuesta tenían que ver con la manera en que nuestros miembros ministran a los demás y se importan de otros miembros en su comunidad.
Sabemos que Jesús, durante su tiempo en la tierra, buscaba a los necesitados para darles ayuda (alimentaba, sanaba, y simplemente les brindaba amistad a los que le necesitaran) y no se rodeaba de los más ricos o poderosos en su sociedad—al contrario, se juntaba con la gente más necesitada.
Amar a otros como Jesús nos amó a nosotros tiene que ver con esto mismo – prestarle atención a los más necesitados. En la encuesta realizada por ASTR se le pregunto a miembros de la iglesia ASD global, como responden a las necesidades en su comunidad y aquellas que se reportan a nivel mundial.
- Casi la mitad (47.1%) de los encuestados indicaron que ellos sienten una gran responsabilidad a disminuir el sufrimiento que hay alrededor del mundo
- Al preguntarles acerca de la dadivosidad, casi un tercio (30.6%) indico que dan una porción significativa de su tiempo y dinero a otra gente que lo necesita.
- Más de un tercio (36.3%) de los encuestados dijeron que a menudo les es muy importante reducir la pobreza en su país y alrededor del mundo.
En el libro de Marcos, capitulo 2, se relata la historia de Jesús sanando a un paralitico. Antes de sanar al hombre, Jesús le dijo, “Mi amigo, tus pecados te son perdonados” (Marcos 2:5) ya sabiendo que lo que el hombre más necesitaba era paz interna y cuidado espiritual aun antes de ser sanado físicamente. Es importante que mantengamos esta verdad en mente cuando interactuamos con la gente que nos rodea: ¿en qué manera podemos ayudarle a la gente con sus necesidades espirituales?
En la encuesta global a miembros de iglesia hubo varias preguntas acerca de este aspecto del ministerio hacia otros con enfoque en necesidades espirituales. La mitad de los encuestados (50.3%) dijeron que a menudo comparten su fe con otros; el 28% de los encuestados dijeron que a menudo ayudan a gente que con sus preguntas y dudas religiosas. Además, cuando se les preguntó si sienten la presencia de Dios en sus relaciones con otra gente, más de la mitad (54%) afirmaron que a menudo la sienten.
Si hemos de seguir el ejemplo de Cristo y amamos a otros como el amo a sus prójimos, tenemos que estar dispuestos a extender ayuda practica y espiritual hacia los más necesitados. Mientras es importante que sintamos responsabilidad hacia otra gente, tenemos que actuar y ofrecer ayuda practica y espiritual en cuanto se presente la oportunidad.
Y hablando de espiritualidad, las preguntas incluidas en este blog son parte de una escala conocida como las “Escala de Madurez en la Fe”—en el próximo blog hablaremos de esta escala y más factores que nos ayudan a medir la madurez espiritual.
Para leer más acerca de esta encuesta, vea los reportes de la encuesta de miembros de iglesia de cada división aquí .