Si bien una relación personal con Jesucristo—una relación que se cultiva mediante el estudio Bíblico y la oración—es fundamental para fortalecer la fe, hay muchos aspectos del culto corporal y la vida de la iglesia que también fortalecen el compromiso individual con Dios. Esto se debe en parte a la manera en que las interacciones con otras personas nos enriquecen intelectualmente; es por esto que el culto corporal y los programas de la iglesia son componentes muy valiosos de la vida Cristiana.
Durante los blogs anteriores nos hemos referido a una encuesta que, en el 2013, la Oficina de Estadísticas, Investigación y Archivos de la Conferencia General aplico a nivel mundial. El estudio fue diseñado para evaluar las experiencias y actitudes de los miembros de la iglesia con respecto a diferentes aspectos de sus vidas espirituales y su participación en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Una de las áreas investigadas fue la opinión de los miembros de la iglesia sobre el atmosfera intelectual en sus congregaciones.
A los participantes de la encuesta de las tres divisiones Africanas, las divisiones Interamericana, Sudamericana, Asia Pacifico Sur y la del Pacífico Sur se les pregunto si aprenden mucho en la iglesia y más de la mitad (58.3%) indicaron que esto es muy cierto y 23% estuvo de acuerdo en que esto es bastante cierto. Además, los datos sobre el atmosfera intelectual en nuestras iglesias muestran que:
- Más de dos tercios (68.3%) dijeron que es muy cierto o bastante cierto que la mayoría de los miembros de su iglesia quieren ser retados a pensar acerca de temas e ideas religiosas.
- Además, el 68.6% de los encuestados indicó que era muy cierto o bastante cierto que ellos mismos se sienten retados a pensar acerca de temas e ideas religiosas en su iglesia.
- Más de dos de cada tres (70.4%) encuestados compartieron que era muy cierto o bastante cierto que en su iglesia se sienten animados a hacer preguntas.
También se preguntó a qué medida los programas de iglesia (como la Escuela Sabática, los estudios bíblicos, la programación para jóvenes, etc.) ayudan a nuestros miembros en su crecimiento espiritual y en desarrollar el intelecto. Cuando se les preguntó con qué frecuencia los programas de la iglesia los invitan a reflexionar, más de un tercio (34.3%) de los encuestados indicaron que los programas casi siempre les hacen reflexionar, y además otro tercio (33.6%) contesto que dichos programas a menudo los hace reflexionar. Solo un pequeño grupo (4.6%) de encuestados dijeron que los programas de su iglesia nunca les hace reflexionar.
Además, a todos los miembros se les preguntó si los programas de la iglesia los ayudan a crecer en su relación con Cristo. Más de la mitad (53.9%) de los encuestados compartió que los programas en su iglesia casi siempre los ayudan a crecer, y casi otro tercio (31.8%) dijeron que esos programas a menudo los ayudan a crecer en su relación con Cristo.
Ahora veamos estos datos en comparación a los datos de la división Norteamericana (DNA) y la Transeuropea (DTE). En relación a las preguntas acerca de la reflexión y el pensamiento en sus iglesias (esta categoría incluye las siguientes declaraciones: Aprendo mucho; Los miembros de mi iglesia quieren ser retados a reflexionar; La iglesia me desafía a reflexionar; Me alienta a hacer preguntas; Espera que las personas aprendan y piensen) los números de la DNA y la DTE son más bajos que en las demás, con cifras entre 51% y 56% en todas las preguntas acerca de las tendencias hacia el pensamiento y la reflexión en sus iglesias. Al mismo tiempo, la mayoría de miembros alrededor de DNA y DTE piensan que los programas de su iglesia los invitan a reflexionar (68% en DNA y 62% en DTE) y que la iglesia en si los ayuda a crecer en su relación con Cristo (69% en DNA y 64% en DTE).
El objetivo principal de una vida cristiana y de la reflexión en la iglesia es acercarse cada vez más a Jesús. Como muestra esta encuesta, la asistencia a programas de la iglesia y cultos corporales son claves para acercarse más a Jesús. Hay quienes insisten que pueden crecer espiritualmente sin la ayuda de una comunidad cristiana. Sin embargo, los datos nos muestran que debemos estar en un entorno que estimule nuestro pensamiento y nos desafíe a crecer: las iglesias locales deberían ser dichos lugares.
Ahora piense en su propio caminar con Jesús. ¿Cómo encajan el culto corporal y los programas de la iglesia en esa relación? Si no ocupan un lugar importante, puede ser hora de hacer algunos cambios.
Nuestras encuestas e investigaciones muestran que una iglesia cálida y afectuosa y una iglesia con altos puntajes en atmosfera intelectual contribuyen mucho al desenvolvimiento de una fe madura. ¿Cómo calificaría el atmosfera intelectual en su congregación? ¿Se ve retado a reflexionar y crecer espiritualmente?
Para obtener más información sobre el reporte y los resultados de cada división, consulte Informes de encuesta a miembros de la Iglesia aqui: https://www.adventistresearch.info/research_reports