Hábitos globales de oración personal: 2013 vs. 2018

Correo febrero 4, 2020

Conságrate a Dios todas las mañanas; haz de esto tu primer trabajo. Sea tu oración: “Tómame ¡oh Señor! como enteramente tuyo. Pongo todos mis planes a tus pies. Úsame hoy en tu servicio. Mora conmigo, y sea toda mi obra hecha en ti.” Este es un asunto diario. Cada mañana, conságrate a Dios por ese día. Somete todos tus planes a El, para ponerlos en práctica o abandonarlos, según te lo indicare su providencia. Podrás así poner cada día tu vida en las manos de Dios, y ella será cada vez más semejante a la de Cristo.

(Ellen G. White, El Camino a Cristo, pág 70.1)

¿Oras diariamente como una forma de conocer mejor a Dios? ¿Le traes todos los asuntos de tu corazón: lo bueno, lo malo, lo importante y lo aparentemente trivial? La oración es una de las principales formas por medio de la cual podemos llegar a conocer a Dios más íntimamente y, por lo tanto, es una parte central de la vida espiritual.

Debido a que la oración es tan importante, las Encuestas de Miembros de la Iglesia Global (GCMS) en 2013 y 2017-18 han evaluado cómo los miembros de todo el mundo integran la oración personal en su vida diaria. En el estudio de 2013, se preguntó a los encuestados si participaban de un estudio bíblico personal y de la oración. Más de la mitad (58%) dijo que lo hacen mucho, y otro 20.3% compartió que lo hacen con frecuencia. Sin embargo, el 12.4% admitió que solo a veces se dedican al estudio personal de la Biblia, y el 6.5% informó que nunca lo hacen.

El GCMS 2017-18 formuló la pregunta un poco diferente, preguntando a los miembros con qué frecuencia se dedicaban a la oración personal fuera de las comidas. Casi dos tercios (64.9%) respondieron que oran diariamente o más de una vez al día. Otro 17.3% dijo que se dedican a la oración personal más de una vez a la semana, mientras que el 7.9% lo hace aproximadamente una vez a la semana. El 10% restante de los encuestados ora personalmente menos de una vez al mes (5,9%) o nunca (4,0%). ¡Estos números son impactantes, ya que indican que más de un tercio no ora a diario, y uno de cada diez miembros rara vez o nunca se relaciona con su Padre Celestial a través de la oración personal!

El GCMS de 2013 pidió a los participantes que respondieran a la declaración: “Oro porque me han enseñado a orar”. Casi un tercio (31.1%) de los encuestados estuvo totalmente de acuerdo, y otro 18% tendió a estar de acuerdo. Sin embargo, el 14.1% de los encuestados tendió a no estar de acuerdo, y casi más de una cuarta parte (28.3%) no estuvo de acuerdo. ¿Podría ser que quizás algunos miembros no estén orando porque no saben cómo hacerlo?

Dado que la familia a menudo es responsable de la transmisión de prácticas y valores espirituales, los investigadores en el GCMS 2017-18 preguntaron a los miembros de la iglesia si la oración antes de las comidas era una práctica habitual en su familia de origen. Una mayoría (67%) estuvo de acuerdo o muy de acuerdo en que este era el caso. Un pequeño porcentaje dijo que no estaban seguros (6.9%), no estaban de acuerdo (8.4%) o muy en desacuerdo (4.4%). Curiosamente, el 13.4% de los encuestados indicó que esta pregunta no se aplicaba a ellos, lo que puede implicar que llegaron a conocer a Cristo como adultos.

Finalmente, el GCMS de 2013 preguntó a los miembros de la iglesia si a menudo habían sentido la presencia de Dios. (Si bien esta afirmación no estaba directamente relacionada con la oración, la oración a menudo es una comunicación que conduce a esta experiencia). Más de dos tercios (69.9%) de los encuestados estuvieron totalmente de acuerdo en que a menudo sintieron la presencia de Dios, y otro 12.3% tendía a estar de acuerdo. Solo pequeños porcentajes no estaban seguros (5,9%) o no estaban de acuerdo en una medida u otra (2,9%).

Dado que la oración es una parte tan integral de la relación del ser humano con Dios, este importante tema no debe tomarse a la ligera desde el púlpito ni debe ser descuidado por las lecciones de la Escuela Sabática, la discusión en grupos pequeños, etc. Los líderes juveniles deben dedicar tiempo para ayudar a las nuevas generaciones a comprender la importancia de la oración personal e incorporar este conocimiento en su vida personal. Los pastores deben prestar especial atención a este tema cuando preparan nuevos conversos para el bautismo, especialmente si estas personas llegaron a conocer a Cristo ya siendo adultos. Curiosamente, incluso los discípulos de Jesús le pidieron: “Señor, enséñanos a orar, como Juan también enseñó a sus discípulos”. (Lucas, 11: 1, RV). Por lo tanto, la oración es una parte inseparable del discipulado. Y deberíamos esperar que la próxima vez que se realice la Encuesta Global de Miembros de la Iglesia, la iglesia en su conjunto, informe niveles más altos de compromiso espiritual a través de la oración personal.


Creado en colaboración con el  Institute of Church Ministry