Cristo en el aula: la misión de las escuelas adventistas en la División Norteamericana

Correo diciembre 16, 2020

Todo maestro que tiene algo que ver con la educación de los jóvenes estudiantes, debe recordar que los niños son afectados por la atmósfera que lo rodea a él, sea ésta agradable o desagradable. Si está relacionado con Dios, si Cristo habita en su corazón, el espíritu que albergue será sentido por los niños. Si los maestros entran en el aula con un espíritu irritado, la atmósfera que rodea a sus almas dejará también su impresión.((Ellen White, Consejos para los Maestros, 183.))

Cuando se trata de la educación de nuestros hijos, nos damos cuenta de que sus maestros juegan un papel importante en sus vidas. De muchas maneras, toman el lugar de autoridad sobre nosotros, los padres. Frases como “… pero eso no es lo que dijo mi maestro” o “… pero no es así como lo hace mi maestro” nos hacen muy conscientes de ello.

Echemos un vistazo más de cerca a los maestros en Educación Adventista que influyen en la vida de nuestros hijos en la División Norteamericana (DNA).                                                                                                           

El Dr. Robert McIver, director del Centro de Investigación de la Sociedad y Espiritualidad de las Escrituras en la Universidad de Avondale, realizó una encuesta en la Convención de Maestros de la DNA en agosto de 2018. La encuesta fue encargada por la Asociación General. Se aplicó una variedad de preguntas a los maestros sobre su rol en la misión de su escuela, su compromiso con la Iglesia, sus creencias, sus contribuciones y su participación personal. Los resultados de la investigación (conclusiones extraídas de la encuesta) pintan un cuadro valioso para conocer quiénes son, como individuos, los maestros que educan a nuestros niños en las escuelas adventistas.

Para ser un participante eficaz en la misión de la Iglesia, es importante conocer cómo alguien comprende la misión de su institución. Por lo tanto, se pidió a los maestros que describieran la misión de su escuela con sus propias palabras.

Mientras que Llevar a los estudiantes a Jesús (34%) tuvo la clasificación más alta y parecía ser el objetivo de la misión mejor comprendido, Educación (26%), Preparación para este mundo (21%) y Aprendizaje de servicio (20%) siguieron muy de cerca a las próximas metas importantes de la misión de las escuelas. Esto habla muy bien de las instituciones, ya que no solo han entendido la Misión de la Educación Adventista, que dice: “Permitir a los alumnos desarrollar una vida de fe en Dios y usar sus conocimientos, habilidades y comprensión para servir a Dios y a la humanidad, “ sino que también fue exitosa en proyectar la visión a sus maestros.

Cuando se les preguntó a los participantes de la encuesta: “¿De qué manera usted contribuye personalmente a la misión de su escuela”, más de una cuarta parte (28%) respondió que la enseñanza era su contribución, una cuarta parte (26%) afirmó que ser un modelo cristiano fue su contribución, y aproximadamente otra cuarta parte (23%) declaró que apoya los programas como su contribución personal a la misión de la escuela. No es de extrañar que muchos enumeren la docencia como una contribución personal, ya que es más que un trabajo. La enseñanza es conectarse con los estudiantes a nivel personal para que tengan éxito e implica más que solo estrategias y métodos de enseñanza, sino también la personalidad de alguien. Ser un modelo cristiano también es un aporte muy importante ya que los jóvenes aprenden por el ejemplo de los demás. Estar involucrado en la vida de sus estudiantes apoyando los programas escolares y encontrando oportunidades de servicio, también son grandes contribuciones porque los maestros modelan con el ejemplo cuando se involucran en el apoyo de otros o cuando dan una mano amiga.

A los participantes también se les preguntó: “¿De qué manera contribuyen a la misión más amplia de la Iglesia Adventista del Séptimo Día fuera de sus obligaciones laborales? La mitad de ellos (50%) declaró que estaban involucrados en su congregación, alrededor de una cuarta parte (24%) declaró que estaban involucrados en el servicio comunitario, y otros dijeron que enseñan en la Escuela Sabática, van a viajes misioneros, trabajan con Conquistadores y grupos de jóvenes, participan en el Ministerio de Niños y dan estudios bíblicos.

Dado que las escuelas adventistas están conectadas a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, también se pidió a los participantes que describieran la misión de la Iglesia con sus propias palabras. Más de la mitad (55%) respondió que la misión de la Iglesia para ellos es compartir las buenas nuevas acerca de Jesús o llevar a las personas a Jesús, y un 15% adicional dijo que es mostrar el amor de Dios. Estos hallazgos muestran que los encuestados ven la “Gran Comisión” descrita en Mateo 28: 19-20 RV— “Id, pues, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Santo Espíritu: enseñándoles a observar todas las cosas que os he mandado; y he aquí, yo estaré con vosotros siempre, hasta el fin del mundo. Amén”, como misión de la Iglesia

Cuando se les pidió a los participantes que respondieran a la declaración, “Yo sirvo a la misión de la Iglesia a través de mi trabajo”, la mayoría (90%) respondió que estaban totalmente de acuerdo con esa declaración. El acuerdo total aumentó al 98%.

También se les preguntó a los participantes sobre su compromiso con la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Es alentador ver en el siguiente gráfico que la mayoría de los participantes tienen un compromiso fuerte o muy fuerte con la Iglesia local y mundial.

Miremos el cuadro de los maestros que trabajan con nuestros niños en las escuelas adventistas de la DNA que fue pintado a través de los hallazgos de la investigación. Estas personas comprenden la misión de su escuela y su Iglesia. Están comprometidos e involucrados en sus iglesias, predican con el ejemplo y contribuyen personalmente a la misión de la escuela para permitir que nuestros hijos desarrollen una vida de fe en Dios y usen sus conocimientos, habilidades y comprensión para servir a Dios y a la humanidad.

Qué hermosa imagen de un maestro que sigue las huellas de Jesús.

¿Apoya la educación adventista? ¿Está agradecido por los maestros en la vida de sus hijos?

Si el maestro tiene el amor de Cristo en el corazón como dulce fragancia, como sabor de vida para vida, podrá ligar a sí a los niños que están bajo su cuidado. Por la gracia de Cristo puede ser instrumento en las manos de Dios para iluminar, elevar, estimular y ayudar a purificar el templo del alma de su contaminación, hasta que el carácter se transforme por la gracia de Cristo, y la imagen de Dios se revele en el alma.

Ellen White, Consejos para los Maestros, 188.

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