La temporada navideña se acerca; dondequiera uno mira, la Navidad es evidente. Quizás son luces brillantes y centelleantes y velas que decoran cada superficie. Tal vez se trata de escenas de la natividad en exhibición, ya sea en interiores o exteriores. O, lamentablemente, podrían ser símbolos más seculares de la Navidad, como renos y duendes.
La temporada navideña brinda la perfecta oportunidad para reflexionar sobre el obsequio máximo que Jesús otorgó cuando dejó el esplendor del cielo y vino a la tierra como un bebé indefenso. También es un momento para renovar nuestro compromiso con Cristo mientras nos preparamos para entrar en un nuevo año.
En 2013 se realizó una encuesta a los miembros de la iglesia en todo el mundo bajo la dirección de la Oficina de Archivos, Estadísticas e Investigación de la Conferencia General. El estudio fue diseñado para evaluar las experiencias y actitudes de los miembros de la iglesia con respecto a diferentes aspectos de sus vidas espirituales personales, y su participación en la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
Un área investigada fue la creencia entre los miembros de la iglesia de si Jesucristo es el Hijo de Dios. Esto puede parecer un área donde los cristianos no deberían tener ninguna duda, pero algunos de los primeros Adventistas del Séptimo Día eran arrianos o suscritos a otras ideas antitrinitarias, y sus puntos de vista han tenido una larga influencia en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Por lo tanto, las respuestas de los miembros de la iglesia son de gran interés. Casi 9 de cada 10 encuestados (86%) indicaron que aceptan esta creencia de todo corazón. Solo un pequeño porcentaje de los encuestados indicaron que tienen preguntas o dudas sobre esta doctrina, o que no la aceptan.
Curiosamente, al examinar individualmente cada división, los investigadores encontraron que:
- Los miembros de la Iglesia en la División de Norteamericana (NAD) informaron los números más altos (98%) indicando que aceptan esta creencia de todo corazón.
- Los miembros de la División de Sudafricana y del Océano Índico (SID) (73%) y la División de Asia Pacífico Sur (SSD) (78%) informaron los números más bajos de quienes aceptan este concepto de todo corazón. Los miembros de SID también tuvieron los números más altos (14%) por aceptar la creencia sólo porque la Iglesia la enseña.
- Es entre los miembros de la iglesia en SSD que existe la mayor proporción de dudas sobre el concepto de que Jesucristo es el Hijo de Dios. Más del 10% admite tener grandes dudas o que no acepta esa enseñanza en absoluto. Una posible explicación es que en SSD solo el 54% de los encuestados nacieron de padres adventistas y el 62% se bautizó antes de los 15 años de edad. Más de tres cuartas partes de los miembros no han tenido ninguna experiencia de educación adventista, en ningún nivel.
Aún así, ¡cuán maravilloso es que tantos miembros de la Iglesia Adventista del Séptimo Día creen tan fervientemente que Jesús es parte de la Deidad! Pero, ¿qué hay de aquellos que cuestionan el concepto de Jesús como Hijo de Dios? ¿O aquellos que se consideran miembros de la Iglesia, pero solo aceptan el papel de Jesús como mediador y salvador porque la Iglesia lo enseña? Muchas veces es fácil asumir que, debido a que los asistentes a la iglesia son miembros o están sentados en las bancas cada semana, deben tener una buena comprensión de las enseñanzas de la Iglesia. Sin embargo, como muestra esta encuesta, este no es siempre el caso. Parece que se necesita educación continua en las enseñanzas bíblicas, especialmente en las culturas en las que predominan otras religiones del mundo y cuando los miembros se bautizan a una edad temprana.
Como parte de esta misma encuesta, también se les pidió a los miembros de la iglesia que describieran su compromiso con Jesús.
- En general, al rededor del 88% testificó que estaban comprometidos con Cristo.
- Curiosamente, casi dos de cada cinco (39%) de los encuestados compartieron que han estado comprometidos con Cristo desde que eran jóvenes y que continúan comprometidos con Él ahora.
- Otro 16% declaró que su compromiso con Cristo llegó repentinamente y experimentaron un gran cambio de vida: la clásica “experiencia de conversión”.
- Un tercio (33%) de los encuestados compartió que su compromiso se ha desarrollado gradualmente a lo largo del tiempo.
En esta temporada navideña, tal vez sea hora de reevaluar la salud de su propia relación con Jesús. ¿Qué tan comprometido está con Cristo como Hijo de Dios y como Salvador? ¿Y cómo ha cambiado o desarrollado su compromiso con Él con el tiempo? Tal vez ha pasado mucho tiempo desde que realmente pensó en el papel de Jesús en su vida. O tal vez se ha ocupado y se ha olvidado de comprometerte diariamente con Él. No hay tiempo como el presente para reconectarse con su Salvador, quien se llama “Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz” (Is. 9:6)!