¿En qué le hace pensar la palabra “crecimiento”? Mucha gente pensara en algo relacionado a la naturaleza, como las flores o un jardín. Puede ser que la palabra le haga pensar en la manera que una semilla crece y se convierte en un árbol majestuoso. O, quizás, pensara en crecimiento del ser humano; un bebe que crece y a infancia, edad escolar, adolescencia, y finalmente llega a ser adulto. La vida es crecimiento.
De la misma manera, el crecimiento es una parte integra de la vida espiritual o, por lo menos, lo debería ser. Jesús mismo dijo: “Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto…Mi padre es glorificado cuando ustedes dan mucho fruto y muestran así que son mis discípulos.” (Juan 15:5,8 NVI) Si dejamos de buscar oportunidades para crecer, no nos desarrollaremos bien. Igual que las flores que, aun cuando llegan a ser suficientemente bellas o grandes no dejan de crecer, nosotros no podemos dejar de crecer espiritualmente solo porque nos sentimos suficientemente espirituales o lo suficiente cercanos a Dios.
Continuando el tema de nuestro blog previo, la División Pacifico Sur de la Iglesia Adventista del Séptimo día, comisiono a un equipo de investigación de Avondale College of Higher Education a que investigaran la naturaleza del discipulado.
Durante la porción cualitativa de esta encuesta se examinó el tema de crecimiento y responsabilidad en una relación personal con Dios. Los hallazgos demostraron una necesidad de desarrollar una herramienta para medir el discipulado. De esa manera, Avondale College of Higher Education preparo una versión preliminar de esta herramienta y la puso a prueba.
La encuesta que resulto fue distribuida a 200 personas, con 185 respuestas completas. El propósito de la investigación era poner a prueba la validez de la herramienta que se creó para medir el discipulado. La primera parte de la encuesta evaluó varias áreas que contribuyen a la capacidad que un individuo tiene de crecer en su relación con Jesús, en demonstrar un carácter Cristiano, en participar en las actividades de la iglesia, y en seguir la voluntad de Dios. El crecimiento en estas áreas fue medido usando tres escalas. Cada escala abarca cinco declaraciones las cuales los encuestados tuvieron que evaluar con opciones en un rango entre “siempre es verdad” o “casi nunca es verdad.”
- Disciplina espiritual
- Leo mi Biblia todos los días
- Medito en las palabras de Dios a diario
- Cada día le pido al Espíritu Santo que me guie
- Cada día paso tiempo memorizando pasajes Bíblicos
- Amor por mi comunidad
- Soy paciente y bondadoso con todos los que me rodean aun si me maltrataran
- Les confieso a otros cuando les he tratado mal de cualquier manera
- Busco el perdón de la gente a la que he herido
- Muestro amor por mi familia e intento satisfacer sus necesidades
- Participación fiel
- Voy a la iglesia cada semana
- Voy a la escuela sabática cada semana
- Mi lealtad hacia Cristo permanece fuerte aun cuando no todo va bien en mi vida
- Estoy dispuesto a hacer lo que sea que Dios me pida
La segunda parte de la encuesta evalúa otras áreas de la vida espiritual que contribuyen a la capacidad de un individuo de participar en el discipulado. Esta parte incluye cuatro escalas con más de 50 declaraciones en total. Aquí van algunos ejemplos:
- Identidad espiritual
- Dios me da el deseo de obedecerle
- Acepto que la vida de Jesús fue una vida perfecta vivida en sustitución de mi vida pecaminosa
- Cada Cristiana debe ser discípulo de Jesús
- Servicio a la Comunidad
- Busco a gente necesitada para ayudarles
- Hago sacrificios personales para ayudarle a otros
- Invierto tiempo en ayudar a otros
- Compartiendo a Jesús
- Hablo regularmente con gente que no es de mi iglesia acerca de mi fe
- Hablo regularmente con otros acerca de mi fe en Jesús
- Busco oportunidades para hablar con otros acerca de Jesús
- Invito a mis amigos a que vengan a cultos o grupos pequeños conmigo
- Don Espiritual
- Veo resultados positivos cuando uso los dones espirituales que Dios me ha dado
- Otros Cristianos han identificado mis dones espirituales y me animan a usarlos
- Se identificar los dones espirituales que Dios me ha dado
Todas las respuestas fueron juntadas por el internet y la mayoría de los participantes eran miembros de la Iglesia Adventista. La mayoría de gente que respondió estaba entre los 45 y 64 años de edad. Esta prueba que se le hizo al instrumento para medir el discipulado resulto en una encuesta más corta, que se limitó a 71 preguntas. Un análisis de las siete escalas en la porción cuantitativa de la encuesta demostró que los investigadores tenían que modificar el diagrama (o modelo) del “Discípulo en Crecimiento” después de conducir esta investigación preliminar. Este modelo, de paso, usa el acrónimo “GROW” en Ingles, para describir las cuatro características más importantes de un discípulo de Cristo: alguien que crece, se reproduce, es obediente, y trabajador.
Esta primera prueba de la herramienta de medición tendrá efectos duraderos en esta área de investigación. La División Pacifico Sur tomo un gran paso adelante en su búsqueda de una herramienta y un modelo que nos ayudará a medir el discipulado: esto tiene el potencial de contribuir grandemente a la Iglesia Adventista.
Como creyentes, creemos que entre más nos acerquemos a nuestro Creador—a través de la oración, la lectura de la Biblia, una vida en comunidad con otros cristianos, y usando nuestros dones espirituales—más seremos capaces de discipular a otros.
Además, una relación cercana con Dios, con otros creyentes, y una dedicación a usar nuestros dones para apresurar la venida de Su reino, nos ayuda a crecer personalmente en el área del discipulado. Y el crecimiento, como ya dijimos, es parte de la vida.
Si desea leer más sobre el discipulado y la investigación SPD, descargue el Journal of Adventist Mission Studies, Vo. 12, No. 2, 2016: https://digitalcommons.andrews.edu/jams/vol12/iss2/