El ministerio en zonas urbanas: Un llamado especial

Correo enero 4, 2023

En nuestro último blog, analizamos los datos de la Encuesta de Liderazgo de la Iglesia 2017-18 sobre el tema: “Sacrificio familiar y apoyo a los ministerios de los líderes de la Iglesia Adventista”. Esta encuesta fue encargada por la Asociación General y realizada en todas las divisiones. La encuesta examinó diferentes aspectos y experiencias de ser un administrador de la iglesia. Este blog se centrará en cuántos líderes de la Iglesia Adventista tuvieron la experiencia de trabajar en zonas urbanas.

Servicio en zonas urbanas

A los encuestados de la Encuesta de Liderazgo de la Iglesia 2017-18 se les preguntó sobre sus experiencias de servicio en un área urbana, es decir, un área con una población de un millón de personas o más. Siete de cada diez encuestados (71%) compartieron que habían trabajado en un lugar así en algún momento durante su servicio dentro de la Iglesia Adventista. Esto demuestra que la mayoría de los líderes eclesiásticos son conscientes de los retos que plantea la labor de la iglesia y también de las necesidades de la gente en las grandes ciudades.

A finales de 2013 y principios de 2014, cuando se administró la primera Encuesta de Liderazgo de la Iglesia, se hizo una pregunta similar a sus administradores: si habían servido alguna vez a la Iglesia Adventista en una gran área urbana con una población que oscilaba entre un millón y diez millones de habitantes. Casi la mitad de los encuestados dijeron que habían trabajado en ciudades con una población de entre uno y cinco millones. Sin embargo, solo alrededor del 15% trabajó en las grandes zonas urbanas con 5 a 10 millones de habitantes. En general, parece que aproximadamente un tercio de los encuestados no ha servido en zonas urbanas de más de un millón habitantes. Así, los resultados de la Encuesta de Liderazgo Eclesiástico 2017-18 muestran que ahora hay más líderes eclesiásticos que han experimentado el trabajo en grandes entornos urbanos que antes.

También se preguntó a los participantes en la encuesta sobre liderazgo eclesiástico 2017-18 cómo habían influido sus experiencias en un entorno urbano en su liderazgo actual. Un tercio (33%) de los participantes en la encuesta compartió que había experimentado un crecimiento personal o profesional durante su tiempo de servicio en una zona urbana. Más de uno de cada cinco (22%) opinó que esas experiencias de servicio les habían hecho más conscientes del “panorama general” de la Iglesia Adventista. Mientras que el 13% había sentido que tales experiencias habían sido desafiantes, el mismo número (13%) respondió que servir en un área urbana les había expuesto/hecho más conscientes de una mayor diversidad.

Ministerio en las ciudades

En el libro Un Ministerio para las Ciudades, Elena G. White subraya la importancia de ministrar en las zonas urbanas.

“Las ciudades y los pueblos constituyen una parte de la viña [e Dios]. Estos deben ser trabajados, no pasados por alto. Satanás tratará de interponerse para desalentar a los obreros y evitar que den el mensaje de luz y advertencia en los lugares más im-portantes, así como también en los más retirados. Se harán esfuerzos desesperados para apartar a la gente de la verdad de Dios e inducirla al error. A los ángeles del cielo se les encomendó que trabajaran con los esfuerzos de los mensajeros designados por Dios. Los predicadores de la verdad deben fomentar la fe y la esperanza, como lo hizo Cristo, su cabeza viviente. Consérvense humildes y contritos de corazón delante de Dios. Mantengan una fe inquebrantable en las promesas de Dios”. [1]

En el mismo libro, Elena G. White continuó enfatizando la necesidad de trabajar por la gente en las grandes ciudades, aunque no hubiera iglesias establecidas:

Repetidas veces se me ha indicado que presente a nuestras iglesias la obra que debería realizarse en las ciudades populosas. Debe efectuarse una gran obra, no solamente donde tenemos iglesias establecidas sino también en los lugares donde la verdad no ha sido presentada plenamente. En el mismo lugar donde vivimos hay paganos tan ciertamente como en los países lejanos.[2]

Sin embargo, White también comparte que se necesitan personas con dones, habilidades y formación especiales para trabajar en esos entornos.

Debe hacerse obra misionera en todas nuestras grandes ciudades. Hay talento especial entre nosotros para este ramo de labor, y este talento debería educarse y entrenarse.[3]

Debemos hacer planes de poner en estas grandes ciudades a hombres capaces, que puedan presentar el mensaje del tercer ángel de una manera tan enérgica que llegue al corazón. No podemos permitir que los hombres aptos para esto se reúnan en un lugar a fin de realizar una obra que podrían hacer otro.[4]

Vemos que hay una gran necesidad de trabajadores fervientes y fieles en las zonas urbanas. Trabajar en un entorno así es una vocación especial. Según los hallazgos, la mayoría de los líderes de la Iglesia Adventista han tenido esta experiencia, entienden los desafíos de tales entornos y son capaces de guiar a los obreros en este trabajo. Recordemos que Dios nos llama a llegar a la gente de las zonas urbanas y, aunque puede suponer algunos retos, trabajar en las ciudades también puede aportar muchos beneficios inesperados, pero, sobre todo, demuestra sumisión a la llamada de nuestro Salvador.

Para ver la presentación completa, visite aqui.


Creado en colaboración con el Instituto de Ministerios de la Iglesia (Institute of Church Ministry)

Publicado por ASTR el 04-01-2023


[1] Elena G. White, Testimonios para la iglesia, t. 7, p. 32

[2] Elena G. White, El evangelismo p. 28.3

[3] Elena G. White, Un Ministerio para las Ciudades p. 57.1

[4] Elena G. White, Un Ministerio para las Ciudades p. 57.6